Es al estilo del viejo juego de los surrealistas "El Cadaver Exquisito" Yo pongo una oración, y los que siguen la continuan...

Así:
"En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que...."


Para que sea realmente divertido hay que dejar correr la imaginación!

Una vez mas con tus juegos tristana, cada vez me sorprendo mas, nunca habia visto estos juegos xDDDD

"caminaba diariamente entre las penumbras de la ignorancia pueblerina"

Si es un curioso juego ¿Verdad Seth? Vamos a ver que sale de aquí:

-Cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz de una figura...-

Perdón, pero vamos a editarlo copiando lo antes dicho, así puede leeres mejor:

"En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente entre las penumbras de la ignorancia pueblerina, cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz de una figura que la miraba desde el fondo de la calle, con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza...

Ok tristana, así será más fácil leerlo para el que venga y quiera engancharse al hilo de la hitoria:

"En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente entre las penumbras de la ignorancia pueblerina, cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz de una figura que la miraba desde el fondo de la calle, con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza. En la mano derecha llevaba un bazoca, mientras que en la izquierda portaba una catana y agitabase como si estuviera en un carnabal...

Continuo...

En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente
entre las penumbras de la ignorancia pueblerina,
cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz
de una figura que la miraba desde el fondo de la calle.

Con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza
En la mano derecha llevaba un bazoca,
mientras que en la izquierda portaba una catana
y agitabase como si estuviera en un carnabal.

Vestido como arlequin de la orden infernal.

En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente
entre las penumbras de la ignorancia pueblerina,
cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz
de una figura que la miraba desde el fondo de la calle.

Con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza
En la mano derecha llevaba un bazoca,
mientras que en la izquierda portaba una catana
y agitabase como si estuviera en un carnabal.

Vestido como arlequin de la orden infernal.
La mujer lo miró, atónita, un segundo antes de decir:
-No creí que lograras encontrarme...

En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente
entre las penumbras de la ignorancia pueblerina,
cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz
de una figura que la miraba desde el fondo de la calle.

Con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza
En la mano derecha llevaba un bazoca,
mientras que en la izquierda portaba una catana
y agitabase como si estuviera en un carnabal.

Vestido como arlequin de la orden infernal.
La mujer lo miró, atónita, un segundo antes de decir:
No creí que lograras encontrarme...
Mientras se acercaba con su siniestra sonrisa.

En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente
entre las penumbras de la ignorancia pueblerina,
cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz
de una figura que la miraba desde el fondo de la calle.

Con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza
En la mano derecha llevaba un bazoca,
mientras que en la izquierda portaba una catana
y agitabase como si estuviera en un carnabal.

Vestido como arlequin de la orden infernal.
La mujer lo miró, atónita, un segundo antes de decir:
No creí que lograras encontrarme...
Mientras se acercaba con su siniestra sonrisa.

Aquel ser de ojos como el infierno y sonrisa siniestra,
solo pensaba en que aria con su tan anhelada victima,

En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente
entre las penumbras de la ignorancia pueblerina,
cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz
de una figura que la miraba desde el fondo de la calle.

Con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza
En la mano derecha llevaba un bazoca,
mientras que en la izquierda portaba una catana
y agitabase como si estuviera en un carnabal.

Vestido como arlequin de la orden infernal.
La mujer lo miró, atónita, un segundo antes de decir:
No creí que lograras encontrarme...
Mientras se acercaba con su siniestra sonrisa.

Aquel ser de ojos como el infierno y sonrisa siniestra,
solo pensaba en que aria con su tan anhelada victima.
"Hubo un breve intérvalo en el que la tensión se podía
en el aire y casi se podía cortar. La joven puso las
piernas en posición y tras sosternerle la mirada a su
buscador, con frialdad, arrancó a correr"

En cierta vieja ciudad vivia una bella mujer que caminaba diariamente
entre las penumbras de la ignorancia pueblerina,
cuando se vió sorprendida por la proyección de la luz
de una figura que la miraba desde el fondo de la calle.

Con los brazos en alto y una tiara de oro en la cabeza
En la mano derecha llevaba un bazoca,
mientras que en la izquierda portaba una catana
y agitabase como si estuviera en un carnabal.

Vestido como arlequin de la orden infernal.
La mujer lo miró, atónita, un segundo antes de decir:
No creí que lograras encontrarme...
Mientras se acercaba con su siniestra sonrisa.

Aquel ser de ojos como el infierno y sonrisa siniestra,
solo pensaba en que aria con su tan anhelada victima.
Hubo un breve intérvalo en el que la tensión se podía
en el aire y casi se podía cortar. La joven puso las
piernas en posición y tras sosternerle la mirada a su
buscador, con frialdad, arrancó a correr "en dirección opuesta, alejandose de lo que creía que era un poseso, la ciudad estaba plagada de ellos, se levantaban después de quedar inconscientes y atacaban a cualquiera"